Nostalgia garota.

Bueno ha pasado casi un mes desde la entrada anterior, la cosa era actualizar antes de irme a Brasil creo jaja.

La cosa es que fui y, al margen del tema peso, me la pasé bastante bien aunque igual faltó algo más de discoteca y alcohol jaja, pero con la webada de que éramos menores de edad y eso no se pudo. Podría haberme casado allá en Florianópolis, de verdad que habían bellezas, me enamoré muchas veces jajaj y me tomé algunas fotos, sobretodo con el chico que grababa el video que era el hijo del que en realidad tenía que grabar el video. Nada que era argentino (claor, voy a Brasil y me termina gustando un argentino jajaja) pero relindo el chico, no era algo asombroso pero tenía esa ternura. Vale, algún día iré a buscar a Argentina, así como también volveré a Floripa (L) (aj, estoy escuchando a Luan Santana y me vinee una emoción terrible y ganas de llorar, me acuerdo de Brasiiiiiiiiiiiiiil)

Vale, le pongo stop a mi emoción post-viaje. Para ser sincera, no me sentí gorda pero si culpable de comer todo lo que comía. Tomaba desayuno, almuerzo y cena más algunos snacks o latas de gaseosa que no eran light jaja, nada cerda eh!

Pero la sorpresa estuvo en la balanza. Cabe mencionar que no pude volver a 57 antes del viaje, y mucho menos ir a 55. Me fui con 58 y al pesarme a penas llegué marcó 59, a la mañana siguiente quizá un 58,8 o así. Traté de moderarme un poco con la comida esta semana aunque igual ya no es algo que me agobie tanto pues no hay ningún viaje a la playa que yo sepa pero hoy hoy hoy viernes me pesé en la mañana luego de bañarme, "evacuar" y sin nada de ropa. Créanme que estaba bien despierta, y sino fue así el número en la balanza terminó por despertarme como balde de agua helada. Marcó 57 o quizá 56,8. Quiero pensar que ha sido algún desequilibrio pero la verdad es que me alegró, muchísimo. Hoy no he comido mucho creo, lo normal y hasta menos, en la noche quizá tome una taza de café con leche con una galleta o un pequeño plato como cena. He de seguir así para ver si mañana en la mañana y toda la siguiente semana sigue apareciendo el 57.

No quiero obsesionarme de nuevo con el peso y la comida pero es inevitable desear pesar 57, 55, 53... Trataré de comer lo necesario, no excederme pero tampoco dejar de comer o meterme atracones, esas cosas. No quiero volver a pesar 64 nunca, salvo que salga embarazada.

Hace un par de días le comentaba a mi hermana porqué nadie en la casa me dejaba hacer realmente una dieta o me decía que estaba flaca, muy flaca (lo cual no me creo, solo sé que no estoy OBESA, solo eso) y me dijo que simplemente no le diga nada a nadie en la casa y que si comía algo muy grasoso o en demasía ("atracón") lo vomitara. No es que me agrade tener alguien que apoye la idea de vomitar todo aquello que me engorde pero me gusta tener alguien que aveces piensa como yo, el hacer de todo con tal de conseguir algo. Le dije que no podía vomitar porque no me salía, que prefería dejar de comer antes de vomitar y me dijo que eso también valía, que ella aveces vomitaba cuando había comido demasiado realmente y lo hacía sin hacer bulla.

Le creo. Ella si tiene un sobrepeso, como 20 kilos creemos las dos y esta intentando bajarlos pero con la carga de tener un hijo y problemas en su relación sentimental, las cosas no son tan fáciles. Igual y ella es como mi segunda madre, me dobla en edad, así que le suelo contar varias cosas mías. Lo que sí sigue en pie es mi idea de bajar hasta 55 en este mes de junio, luego a 53 en lo meses siguiente. Lo del 49 aún lo ando dudando.

Lo bueno es que voy a retomar el control y la rutina alimenticia, lo malo es que no puedo hacer ejercicio. Carajo, me pasa cada cosa de verdad. Ahora tengo lesionada la columna, estuve con pastillas, parches, cremas e inyecciones antes de viajar y se me pasó un poco el dolor en la parte baja pero al 2do día de viaje me comenzó a molestar de nuevo. La verdad que me asusté porque pensé que ya se me había cagado todo el viaje pero con pastillas y más cremas pude manejarlo hasta volver a Lima. Ahora aún me duele un poco y me van a sacar radiografías creo, además de pedir la exoneración de la clase de deporte, ooootra vez. Así que adiós elíptica, quizá pueda tratar con los abdominales. No sé.

Dejando un poco de lado el peso y la comida y el ejercicio, ando pensando bien en si realmente quiero estudiar Medicina o si quiero Psicología, para luego hacer psicología clínica. En Medicina estuve pensando en seguir Dermatología, por mi experiencia con el acné y lo traumático que una enfermedad de la piel puede resultar para una persona hasta tal punto de dañar su autoestima y vida social, o también consideré Psiquiatría. Suena de locos, pero me parece interesante. Pero es ahí donde dudo. La psicología clínica creo que atendería más a la clase de pacientes que deseo ver, incluso gente como yo que tiene problemas con las relaciones amicales y amorosas propias de la edad, con la familia, con el peso y la imagen corporal, dudas sobre su orientación vocacional y proyecto de vida, etc. Pero en una charla de hoy sobre Psicología me di cuenta en que solo le presté atención a ese rubro y no a las demás partes de la carrera cuando en realidad debo de estudiar TODO para luego especializarme. En cambio en Medicina, estudio TODO antes de llegar a Dermatología o Psiquiatría,  pero ese todo creo que sí me va a interesar bastante. Así que todavía lo vengo pensando, pero por el momento me quedo en Medicina.

Me da flojera entrar a escribir aquí, aunque no sé si será peor que alguien lea este blog o que lean esa especie de diario que tengo en un cajón. Contienen básicamente lo mismo, salvo que aquí queda explícitamente expresada mi obsesión por la comida y el peso. En el otro... son cosas más de mi vida propia, así como cosas algo indebidas. El cole se está tornando alguito más difícil, así que cuesta un poco más sentarse aquí y relajarse para poder recordar todo lo que me viene pasando, pero ahí voy, de paso que leo otros blogs para distraer la mente. Adiós.